Situación geográfica: África Central, entre 5º 30´de latitud Norte y 14º de latitud Sur, y 12º y 31º 20´de longitud Este.
Superficie: 2.345.410 Kilómetros cuadrados
Capital: Kinshasa
Esperanza de vida: Mujeres, 60 años; hombres, 55 años
Religiones: cristiana, kimbanguista, musulmana, animista
Lenguas: francés, lenguas africanas
MEDIO FÍSICO:
Está situada en África Central. La frontera occidental del país está formada por los ríos Congo y Ubangui. El territorio tiene acceso al océano Atlántico a través de una franja costera de unos 40 kilómetros de extensión.
En la frontera con Uganda se alza el macizo volcánico del Ruwenzori, cuya mayor elevación, el volcán Margherita, caracterizado por sus glaciares, alcanza los 5.110m. de altura. En dirección norte-sur se despliegan los montes Mitumba. Más al sur, el lago Tanganica traza la frontera entre la República Democrática del Congo y Tanzania. Con sus más de 1400 m. de profundidad, es la segunda superficie de agua dulce más profunda de la Tierra. Al sureste se extiende la región montañosa de Shaba, situada por encima de los 1.000 m. de altura, cuyo interior alberga ricos yacimientos minerales, sobre todo de cobre y cobalto.
CLIMA:
Tanto en la cuenca del Congo como en las llanuras, el clima es tropical; en las regiones a ambos lados del Ecuador se superan los 2.000mm de precipitaciones anuales. Más al sur de esta línea divisoria las cifras se sitúan en torno a los 1.200 o 1.400 mm y se circunscriben a la estación lluviosa que va de noviembre a abril.
En los meses más calurosos (febrero-abril), las temperaturas medias pueden superar los 27ºC. La gran humedad relativa alcanza una media anual del 80%. En las montañas tropicales del este pueden registrarse heladas, con precipitaciones en forma de nieve en las cumbres.
POBLACIÓN:
En la República Democrática del Congo viven unos 250 pueblos, la mayoría de los cuales pertenecen a la etnia bantú. Son en su mayoría descendientes de los antiguos reinos, como los del Congo, Luba y Lunda, que han dado lugar a los grupos étnicos más importantes. Muchos viven aún de sus actividades agrícolas tradicionales y se distribuyen en pequeñas aldeas. Aproximadamente un 15% pertenecen a diversos pueblos de origen sudanés, que ocupan las zonas del norte y del noreste; también hay tribus nilóticas, hamitas, hima y pigmeas.
Junto al idioma oficial, el francés, existen unas 200 lenguas y dialectos autóctonos. Los idiomas más utilizados son el suajili, hablado al este y al sur del país, así como el kongo, el luba y el lingala en la zona occidental.
La magia y la adivinación siguen desempeñando un importante papel en el universo imaginario de la población. Son características las creencias basadas en la idea de que no existe una "muerte natural". El fallecimiento de un individuo es siempre atribuido a la influencia ejercida por la brujería. Estas creencias mágicas son seguidas también por aquellos que profesan el cristianismo de forma oficial. Unos siete millones de congoleños profesan la religión de la Iglesia de Cristo en el Congo, divulgada por el profeta Simón Kimbangu (1889-1951), quien, con sus enseñanzas sincréticas, creó un movimiento de masas durante la época de la independencia del que surgiría la mayor iglesia independiente del África negra.
Unos dos tercios de la población siguen viviendo de los productos de la tierra, en estructuras sociales apoyadas en la comunidad de aldeas como base de la vida social y política. La identidad social queda fijada por la pertenencia a troncos patriarcales o matriarcales, con consecuencias para la transmisión hereditaria, para el matrimonio y para el domicilio de la futura pareja.
ECONOMÍA:
Aunque la República Democrática del Congo es rica en recursos naturales entre ellos coltán, cobre, uranio, cinc, estaño, manganeso, cobalto, así como diamantes, oro, plata, la región es una de las más pobres del planeta.
El sector de la minería representa más del 80% de las exportaciones del país. Hoy en día, los niveles de producción están bajo mínimos, prueba inequívoca de la miseria en que se halla inmerso un Estado azotado por las guerras civiles y la pésima gestión económica. En la lucha por la posesión de las enormes riquezas del país se hallan implicados diversos Estados y empresas internacionales. Para mejorar la catastrófica situación económica, el Gobierno ha anunciado un paquete de medidas destinadas a garantizar la protección de las regiones selváticas y la puesta en marcha de una gestión más racional de las explotaciones mineras. Las enormes regiones selváticas y las gigantescas reservas hidrográficas de la cuenca del río Congo y sus afluentes constituyen un potencial económico de gran magnitud.
La gran mayoría de la población continúa viviendo de la economía agraria. Los cultivos, destinados al autoconsumo, incluyen maíz, el arroz, la mandioca y el boniato. Los productos de exportación, como el café, el té y el caucho, cultivados en grandes explotaciones, tienen un menor peso específico en el sector exterior.
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